Esquiar en la nieve primavera de marzo
El 21 de marzo empieza la primavera y como viene ya sucediendo desde inicios de invierno, cada día que pasa vamos disfrutando de unos minutos más de luz y de unas temperaturas más templadas. En consecuencia, las jornadas de esquí se hacen más agradables y las genuinas terrazas de las estaciones se llenan de una atmósfera especial.
Un fenómeno que debemos tener en cuenta en las jornadas de esquí de marzo es precisamente los efectos de la entrada de la primavera sobre la nieve. A no ser que coincidas con alguna interesante nevada, que incorpore nieve fresca (húmeda o seca), la nieve se transforma y se presenta en distintos estados según la vertiente de la montaña y el momento del día. El horario de las estaciones de esquí va de las 9:00 a las 17:00 horas. Durante este tiempo, la nieve pasa de nieve dura (o hielo) a nieve primavera húmeda. Y para gustos la nieve.
A primera hora, la nieve suele encontrarse dura debido a las heladas que suelen producirse durante la noche. La nieve dura es una nieve rápida y exigente solo al alcance delos mejores esquiadores. Por no decir lo dura que puedes llegar a sentirla si sufres una caída.
A medida que la nieve va absorbiendo los cálidos rayos de luz, esta se va ablandando. Así, a media mañana la capa dura superficial se transforma creando una pequeña capa de nieve perfecta para carvear o iniciarse en el esquí. Se trata de una nieve fácil, cómoda y agradable para todos los niveles.
A medida que va transcurriendo el día y según nos encontremos en una u otra cara de la montaña, podemos ir esquiando sobre distintas capas de nieve, lo que hará mejorar nuestro nivel y experiencia en cualquier situación.
A última hora, encontramos la nieve más derretida, la que propiamente llamamos nieve primavera. Esta nieve se caracteriza por contener mucha agua, por consiguiente es pesada y forma grandes acumulaciones en las pistas debido al barrido de los esquís de muchos esquiadores. Puede llegar a ser hasta peligrosa y provoca más de un accidente si te confías demasiado… Pero si le coges el truquillo, puedes llegar a sentirla como la nieve profunda de fuera pista. Los esquís que mejor se adaptan a estas condiciones son unos esquís blandos de free-style o fuera pista.
Este fenómeno también es muy interesante para practicar el esquí fuera pista. Ya seas debutante o experto, cuando la nieve del fuera pista se ablanda, su textura se asemeja mucho a la habitual que encontramos en pista, lo que permite disfrutar o afrontar nuevos retos en estas zonas, en condiciones más favorables que en otras épocas de la temporada.
Entre los gurús del mundo del esquí, se comenta siempre que no hay buena ni mala nieve, sólo buenos y malos esquiadores. ¡No te lo pienses más! Reserva tu hotel en Andorra y aprovecha el mes de marzo para perfeccionar tu técnica en distintas nieves.