Se trata de un sendero de gran recorrido y con una dificultad alta, que en su totalidad recorre aproximadamente unos 800 kilómetros, atravesando todo el Pirineo Pirineo desde el mar Cantábrico hasta el mar Mediterráneo.
Es una de las travesías que permite conocer los rincones que esconde la frontera natural, en la que los senderistas pueden ver la belleza que se encuentra en cada etapa de esta fascinante ruta, donde cada sendero señalizado por marcas blancas y rojas, descubre miles de emociones, secretos, lugares con encanto y vistas inmejorables que cambian en cada etapa.
Además de sumergirte en sus frondosos bosques, las etapas atraviesan de forma generalizada pueblos, refugios o albergues, convirtiéndola en una ruta accesible.
En cada etapa, te permite conocer la cultura de los pequeños pueblos por los que atraviesa, la vida salvaje de animales autóctonos y sus característicos cambios de clima, convirtiéndola en una ruta llena de emociones y aventuras diarias.